La abadía ha sido el lugar de coronación de soberanos desde 1066 y lugar de descanso de los restos de 17 monarcas. La iglesia actual, cuya construcción se inició en 1245 bajo el reinado de Enrique III, es uno de los monumentos góticos más importantes del país y contiene en su corazón las reliquias medievales de un santo anglosajón.